Carolina Herrrera.
La diseñadora venezolana nos
presenta una colección en la que reinan los tejidos fluidos, como la organiza,
el tul o la seda. La ligereza y la
fluidez marcan las líneas, predominan las faldas largas y sueltas, y los shorts
de vestir. En cuanto a colores, la paleta es muy amplia: desde el naranja hasta
el gris, pasando por el blanco y el amarillo. Los colores fluor también se hicieron un hueco en la colección en pequeños
detalles como los cinturones (finísimos y marcando cintura). Los cuellos de las
camisas se adornan con broches o pedrería. Los brocados y las transparencias también
fueron protagonistas.
Oscar de la Renta.
Elegancia y sofisticación…así
se podría definir el espectacular desfile del diseñador dominicano, que un año
más triunfó con su colección. Eso si, algo que no cambia, el diseñador sigue apostando
por looks muy femeninos. En los looks de día triunfan los dos piezas en encaje,
y para la noche, presentó una amplia y variada línea de trajes largos, cuyo
nexo de unión son las faldas de estilo princesa y las aplicaciones en relieve y
las incrustaciones de cristal.
En cuanto a los colores,
no había un solo predominante, la gama iba desde los azules, rosas, negros y
rojos.
Como otros diseñadores
Oscar de la Renta apostó por las rayas en trajes de chaqueta pantalón e incluso
en vestidos de noche.
Su lado más clásico lo
vimos en diseños con pedrería o macramé floral.
Marc Jacobs.
Blanco, negro, rojo y
marrón…son los tonos elegidos por el diseñador neoyorquino en esta ocasión, en
una colección llena de detalles e inspirada en la musa de Andy Warhol, Edie
Sedgwick.
En su particular retroceso
a los años 60, Marc Jacobs apuesta por volantes en el pecho y por estampados de
estilo pop art. Mención especial
merecen los diseños confeccionados con tiras de pailletes.
Una de las tendencias más
claras para la próxima temporada, y en la que la mayoría de los diseñadores
coinciden, son las rayas. Marc Jacobs las propone en todos los sentidos y muy
gruesas, principalmente en blanco y negro.
La de la casa neoyorquina
fue una colección llena de cinturas muy marcadas y cortes que dejan el ombligo
al aire, todo de clarísima inspiración sixties.
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