Y empezamos el día con el
último desfile de la pasada jornada, el de Armani Privé, que nos vuelve a dar
una lección de elegancia y sobriedad en la que los protagonistas son, cosa
extraña, los pantalones.
Así, nos invita a
protagonizar nuestro particular “¿Víctor o Victoria?” proponiendo una mujer con
un refinado estilo masculino.
En cuanto a los colores,
están inspirados en los del cielo a lo largo de todo un día; y van desde el
azul crepúsculo y el cielo despejado de mediodía hasta los fucsias y violetas
del atardecer.
Armani juega también con
los tejidos, combinando el raso y la seda con el terciopelo (algo sumamente
arriesgado).
Como decía, los
protagonistas indiscutibles de la colección son los pantalones, muy anchos y
con mucha caída. Lo más curioso es que Armani en lugar de combinarlos con la
típica chaqueta masculina de doble botonadura, lo hace con cárdigans de
terciopelo y organza (lo que le da un toque muy femenino al estilo “sastre”).
También se pudieron ver
vestidos que, de una forma muy sutil y al mismo tiempo sensual, insinúan las
curvas femeninas.
Algunas de las celebrities que asistieron al desfile son:
Zoe Saldana.
Anna Dello Russo.
Roberta Armani y Sophia Loren.
Sinceramente Armani no me
conquistó, su propuesta de una mujer masculina en invierno ya se le ocurrió a
Chanel el año pasado, cuando Karl Lagerfield nos propuso una mujer en negro,
plata y blanco con un look masculino. Las propuestas de Armani,
como todos los años son muy elegantes, pero igual un poco sosas. Con todo, me
quedo con una frase que dijo uno de los representantes de la marca, y que
quizás sea de lo mejor que se puede decir de esta colección: “el encanto
masculino nunca expresó tanta feminidad”.
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