¡La fiesta ha llegado a Inglaterra! Los ingleses celebraron durante cuatro días repletos de fiestas el sesenta aniversario de la coronación de la reina Isabel II. Las celebraciones se extendieron por todo Reino Unido y todos los territorios de la Commonwealth.
Las celebraciones empezaron el sábado en la cita obligatoria de todos los años en Epsom. Las carreras de Epsom son el pistoletazo de salida a la temporada de verano en la alta sociedad inglesa.
La Reina estuvo acompañada por su marido, el duque de Edimburgo, su hijo el príncipe Andrés, y las hijas de este: las princesas Beatriz y Eugenia.
La Reina lució un traje de abrigo azul y vestido de estampado floral, que obviamente combinó con un sombrero a juego y su inseparable bolso.
La princesa Beatriz sorprendió con un estilo más elegante y acertado de lo habitual, con un vestido muy elegante (bastante acertado para la ocasión) y con un tocado que no me acaba de convencer, pero conociendo el estilo de la princesa parece ser que la estilista que contrataron ella y su hermana le está ayudando mucho.
Por otro lado su hermana, la princesa Eugenia, sigue sin acertar (parece que a ella la estilista no le ayuda demasiado). La princesa, que tiene un cuerpo normal, con sus cuervas y sus quilitos de más (como la mayoría de nosotras) escoge diseños demasiado ceñidos y rectos, lo cual es poco recomendable para las mujeres de cadera ancha.
Una de las anécdotas de la jornada fueron las uñas de la princesa Eugenia (que se convirtieron en trending toppic mundial). En un alarde de patriotismo la princesa se pintó las uñas con la bandera británica, así las lució durante todos los festejos del Jubileo. Lo cual puede ser muy admirable ya que demuestra amor a su pueblo, pero es un complemento muy poco elegante para unos acontecimientos de este tipo.
En el segundo día de celebraciones se produjo el acto central del Jubileo. Una impresionante flota de más de mil embarcaciones desfiló por el río Tamesis encabezados por el barco real, en el que iban la Reina, el resto de la familia real y unos pocos privilegiados invitados por su majestad.
Más de un millón de personas fueron testigos del increíble desfile en las orillas del río.
La Reina lució un increíble trae blanco con cristales de Swarovski y un magnifico tocado a juego.
Kate Middleton estaba impresionante con un Mcqueen (para variar) rojo. Un vestido perfecto, con un tocado perfecto. La duquesa nos tiene tan acostumbrados a acertar que ya no nos sorprende.
También asistieron, invitados por la Reina, los padres y los dos hermanos de Kate. La hermana de la duquesa, Pippa, esta muy guapa (es difícil que ella no este guapa) pero igualmente estaba demasiado informal para asistir a un acto de este tipo. La madre y la hermana de Kate se saltaron una de las normas más importantes de protocolo: llevar tocado o sombrero.
El desfile por el río terminó con un espectáculo de fuegos artificiales en el puente de Londres.
El pasado lunes se celebró en el Palacio de Buckingham un multitudinario concierto en honor de la Reina. Nadie se quiso perder el concierto, más de un millón de personas y artistas procedentes de todos los lugares de la Commonwealth se dieron cita en el Mall.
La familia real asistió al completo, a excepción del príncipe Felipe que fuera hospitalizado la noche anterior.
Tanto la Reina, como sus hijos y nietos se lo pasaron en grande, especialmente los príncipes William y Harry que no pararon de bromear y reír.
El diseño más impactante: sin duda el de Chery Cole. Lo único que me pregunto es: ¿Cómo consiguió ponérselo y seguir respirando? El diseño (a parte de feo) era tan sumamente ceñido que la cantante apenas era capaz de moverse, de hecho durante su actuación con Gary Barlow no se movió ni un poquito.
La anécdota de la jornada fue: cuando el Príncipe de Gales, en su discuerdo, se refirió a la Reina como “mami”.
El último día de celebraciones fue ayer. En la catedral de St. Paul’s se celebraron un Thanksgiving y un lunch en honor a la monarca. Después la Reina de trasladó al palacio en carroza, saludando a las miles de personas que estaban en las principales calles londinenses, y saludó desde el balcón de Buckingham.
La reina Isabel II lució un precioso traje azul agua con sombrero a juego. Sin duda la Reina dio una lección de estilo en su Jubileo de Diamante. Sin perder el estilo que la caracteriza supo estar perfecta en todos los actos a los que acudió estos últimos cuatro días.
La duquesa de Cambridge escogió un diseño de Alexander Mcqueen en beige con complemento a juego. A pesar de que me encantan el vestido y el tocado es precioso, no me gustó especialmente como iba Kate. Escoger el vestido y los complementos en el mismo tono (y por encima uno tan pastel) produce que el look parezca demasiado apagado. Aún así la duquesa estaba muy elegante.
¡Y una vez más aparecieron las hermanastras de Cenicienta! Os aseguro de que me encantan estas chicas, de que me parecen realmente divertidas, pero…sabiendo que todo el mundo va ha hablar de sus trajes, ¿Cómo no piden intentan ir bien? O por lo menos no llamar la atención. Los trajes que llevaron ayer eran más propios para mujeres de la edad de Camilla o la princesa Ana que para unas chicas de veinte pocos años. ¡Y no hablemos de los tocados! Sin palabras…
Uno de los detalles de la mañana fue la gran complicidad que hay entre el príncipe Harry y su cuñada Kate. Hasta el punto de que la duquesa estuvo más tiempo hablando con Harry que con su propio marido. Normal, Harry es mucho Harry…
Y estas algunas de las mejores imágenes del momento en el que la familia real saludaba desde el balcón.
Y el martes por la tarde la Reina habló para su pueblo agradeciendo las muestras de cariño.
Este es mi resumen particular del Diamond Jubilee de la Reina Isabel II, sin duda una gran espectáculo para una gran Reina.
Aquí os dejo la canción oficial Sign. Una obra maestra de Gary Barlow con la colaboración de artistas de todos los lugares de la Commonwealth y con un video maravilloso (para la prosperidad queda el momento en el que el príncipe Harry toca la pandereta).
God save the Queen!
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