Oscar
de la Renta.
Para
mí, este es el desfile más esperado de la Fashion Week de New York. Oscar de la
Renta nunca falla, siempre está a la altura. Este año su colección es un
verdadero espectáculo. Increíblemente elegante.
El
propio diseñador nos explicaba que la colección estaba inspirada en Anne y
Marie Fitton, dos mujeres de la corte de la Reina Elisabeth reconocidas por su
estilo sofisticado y barroco.
El
dominicano ve la próxima primavera-verano en blanco y negro, colores que
protagonizaron el desfile. Aunque también apuesta por colores vitamina como el
verde, el rosa o el naranja.
Para
este desfile inspirado en la época isabelina, el diseñador se ha recreado en
vestidos de noche voluminosos y muy regios y en siluetas años 50 en faldas y
looks de día.
También
jugaba con los detalles en las telas, como los cuadros de vichy o
bordados sobre paño que proporcionaron un aire tradicional a la colección; además,
para romper sobriedad, juega con las transparencias y con los calados.
En
contraposición, también encontramos algunos looks de cóctel a todo color y con
estampados de flores y frutas, todo un clásico en las colecciones del
diseñador.
Carolina
Herrera.
Otra
temporada más, el arte vuelve a inspirar a la diseñadora en su colección. Concretamente,
esta vez dirige su mirada al arte cinético. La geometría protagoniza las
propuestas de Carolina Herrera para la próxima primavera verano.
Sus
prendas presentan acabados y estampados que crean un efecto visual de
movimiento. Lo consigue gracias a la superposición de capas de tejidos con el
mismo estampado.
La
organza, el chifón, el raso y las aplicaciones de piedras preciosas y
abalorios, fueron los materiales elegidos para crear largos vestidos sedosos,
prendas compuestas por finas capas dónde las transparencias se asoman tímidamente…
Lentejuelas,
botones o maxi collares de piedras han puesto el broche de oro a una colección
con clara influencia arty en la que triunfaron los vestidos largos.
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