Estas fueron mis colecciones favoritas de las presentadas durante la Fashion Week londinense.
Burberry Prorsum.
Sin duda alguna, este es el desfile más esperado de la
Semana de la Moda británica. El diseñador augura una primavera más romántica y
femenina que nunca, protagonizada por faldas por debajo de la rodilla y líneas
rectas. Por supuesto, el trench también tuvo su lugar en la colección, eso sí, nuevamente reinterpretada. Ya qué... ¿Para qué son los clásicos? Pues para reinventarlos. En
cuanto a los estampados, los topos reinaron. Los tonos pastel, el encaje y los
detalles tejidos a mano son otras de las propuestas de la firma inglesa. Una
hermosa lluvia de pétalos de colores fue la encargada de poner el punto y final
a otra magnífica colección de Burberry.
Mulberry.
Mulberry es una de las firmas más emblemáticas de la moda
británica, al principio era famosa por sus fantásticos bolsos, pero ahora ha
dado el salto a la ropa y a conseguido el mismo éxito. Las flores protagonizan
una colección 100% clásica y femenina, con líneas amplias y con mucha caída. La
gama de colores va desde el blanco al negro pasando por el naranja, el rojo o
el gris. Y como en sus anteriores desfiles, algunas de las modelo se pasearon
acompañadas por perros vestidos a juego.
Temperley London.
¡Me encanta esta diseñadora! Desde que hace unos años se
estrenó en la pasarela londinense, se ha convertido en una de mis diseñadoras
favoritas. Sus diseños desprenden una elegancia y delicadeza digna de princesas
(por esto también es una de las firmas favoritas de las royals
británicas). Para el día mini vestidos en rosa, y para la noche largos trajes
realizados en tul de seda blanca o negra han sido los dos destacados de Alice
Temperley para la próxima primavera-verano. Una colección embellecida con
grandes volúmenes, brocados de ensueño, adornos hechos a mano y gloriosos mix
florares y de animal print que crean diseños muy distintos entre sí,
pero todos bajo el halo del romanticismo más clásico.
Topshop Unique.
De la pasarela a Oxford Street. La colección de Topshop
es de las más divertidas y desenfadas de la Fashion Week londinense. Los
vestidos y los tops se acortan, mientras que los pantalones se lucen en su
versión oversize. Los estampados de estrellas y las rayas adornan las
prendas, la firma inglesa también apuesta por los zapatos planos (algo que se
agradece). El azul, el verde, el blanco y el negro dominan la paleta de
su verano.